lunes, 31 de mayo de 2010

EL ABANICO

En el norte el calor es muy grosero, alcanzamos con mucha facilidad los 35 grados y en verano lo normal es llegar a los 45 grados, por tal motivo es necesario y obligatorio tener un aparato de aire lavado al que llaman de una forma muy peculiar, el nombre se presta a confusiones:

Hace unos años cuando Cynthia y yo eramos novios y contemplabamos la idea de casarnos y de que yo me fuera a vivir al norte le pregunte sobre el calor, es decir, en como le hacian para soportarlo:

-Ahhh... es que aca en el norte todos tenemos abanicos-


En mi mente se dibujo una escena donde toda la familia de mi esposa estaba reunida en la sala agitando desesperadamente un abanico.



La imagen de arriba corresponde a lo que los Sureños conocemos por abanico.


La imagen de arriba corresponde a lo que los Norteños llaman Abanico.

Se instala en la zona deseada, se le agrega agua que moja las pajas o filtros y estas a su vez lanzan una refrescante oleada de brisa maritima que hace mas facil y llevadera la vida en esta parte de Mexico donde el calor es cruel.

Pero eso no es lo importante, lo bueno viene cuando el calor es tan agobiante que es necesario incluso tener un ventilador de pedestal:


Es de mucha ayuda para lanzar a los rincones menos agraciados el aire del aparato, tenemos uno en casa... lamentablemente mi hijo Christian pasa por una etapa de conciencia del ahorro de energia, cosa que agradezco bastante por un lado porque a tan temprana edad tiene el juicio necesario para evitar el despilfarro grosero de la electricidad, a continuacion narro una escena cotidiana:

Cuando mi niño se pone un poco travieso optamos por ponerle en la Television su pelicula favorita, Toy Story y actualmente Toy Story 2, las cuales ve dos o tres veces por dia, en fin, es un rato que disfrutamos ampliamente porque lo siento en el sillon, prendo el aparato de aire lavado y en seguida el ventilador, tomo asiento a su lado y cuando pasan unos diez segundos Christian baja del sillon, camina despacito sin quitar la vista del televisor y acto seguido apaga el ventilador.

Me rio, le pregunto el porque de su actitud pero no me mira siquiera, cuando ve las aventuras de Woody y Buzz no hay cosa que lo distraiga, entonces me acerco y prendo nuevamente el ventilador, miro a mi hijo y me doy cuenta que de reojo mira el ventilador, entonces con una paciencia a prueba de bomba baja del sillon, camina despacito y nuevamente me apaga el ventilador.

Esto puedo hacerlo cinco o diez veces seguidas y las mismas cinco o diez veces mi Bebe baja del sillon y lo apaga...

¿Que me queda por hacer? nada... sudar unicamente.

Pero no importa, el tiempo que paso a lado de mi hijo vale cada una de las gotas de sudor porque sin lugar a dudas es lo mejor de mi dia.

Saludos.

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