LA HAZAÑA

Fragmento de mi charla con Rockdrigo, mi amigo y compañero de parrandas en el Distrito Federal:

-¿Y hace mucho calor en Monclova?-

-Si, chingos ¿porque?-

-No pues si te creo, porque si acá en México hacen unos calorones, ya me imagino en el Norte-

-¿Pues a cuanto están wey?-

-Ufffff... pues hemos llegado a los 25 grados-

-No mames... eso no es calor, esa temperatura en Monclova la alcanzamos a las 9 de la mañana-

-Neeeeeeeel-

Y es que cuando se habla de calor Monclova es un desmadre.

Quizá por eso valoro bastante los pequeños momentos de tregua que me ha dado el sol en este estado, hace unas tres semanas recuerdo haberme levantado a las 8 de la mañana, salí al patio corredor y me senté en una mecedora, cerré los ojos y disfrute la frescura del ambiente, cabe mencionar que el patio corredor tiene una jardinera grande con arbolitos que dan buena sombra la mayor parte del día, era de mañana y el sol todavía no chingaba.

-¿Que estas haciendo?- Me pregunto Cynthia (Mi esposa y novia)

-Me estoy relajando- Le conteste con los ojos cerrados y con la cabeza tirada atrás.

Después me fui perdiendo en ese espacio muy personal que existe en mi mente y escuche ya muy lejana otra pregunta:

-¿Que esta haciendo Emmanuel?-

-Se esta relajando dice-

Después todo es oscuridad... paz perfecta y armonía total, sonidos casi inaudibles de esa pequeña porción de naturaleza en el patio corredor.

Y entonces imagino que estoy en un jardin en completa soledad y que de las hojas de los arboles me caen gotas frescas en la cara, sonrio con los ojos cerrados y pienso:

-Que chingon...-

Treinta minutos después sale el sol, alcanzamos los 25 grados de temperatura, la paz y tranquilidad se van a la chingada tomadas de la mano para amenazar con volver quien sabe hasta cuando.

Han pasado casi tres semanas y no he podido repetir mi hazaña de relajación. La vida en Monclova es buena, muy tranquila e incluso el calor tiene su lado bueno porque me permite disfrutar los pequeños placeres como este, algo en que no hacia en el Distrito donde todo se vive muy aprisa y en interiores.